miércoles, 20 de abril de 2011

¿Se va de Semana Santa? Protéjase del sol

SANTO DOMINGO. Si me pregunta qué pienso de que se vaya por el feriado de Semana Santa a darse un buen bronceado, probablemente le respondería que hay por lo menos 50 fines de semanas más en el año para intentarlo, no sólo por lo significativo de la fecha, sino para que evite estar rodeado de cientos de bañistas matándose por un pie cuadrado de arena y un poco de agua fresca.

Pero, si insiste... nosotros insistiremos en sugerirle que se cuide de las quemaduras, que se mantenga hidratado, que no ingiera bebidas alcohólicas por su seguridad y la de otros y que intente una comida más adecuada para las temperaturas de la costa tropical que los espaguetis rojos guisados.

A pesar de todos los operativos preventivos y lo que le dice el sentido común, muchos literalmente se "achicharran" al sol por desconocimiento, por descuido o por exceso de confianza. Y a todos nos ha pasado alguna vez: después de un buen día en la playa, no hay quien aguante el ardor en la piel. 

¡Más agua!

Posiblemente el mejor remedio disponible para esas quemaduras producidas por el sol es volver a sumergirse, esta vez en agua fría (no helada), o aplicar compresas frías por 15 minutos en las áreas más delicadas.

Si el sol le dio fuerte en "todo el cuerpo", lo mejor es sumergirse en una bañera con agua fría a la que previamente le adicione avena. Puede comprar un producto específico en el mercado, o puede simplemente batir una taza de avena en la licuadora y añadir al agua.

Una buena cantidad de té verde puede ayudarlo. Prepárelo y luego, lo deja enfriar. Sumerja un paño limpio en la infusión y utilícelo a modo de compresa. El té contiene ingredientes que le ayudan a proteger la piel del daño que produce la radiación ultravioleta y reduce la inflamación.

Las cualidades aromáticas y sedantes de la menta alivian la picazón que acompaña estas quemaduras de sol. Puede preparar un te de menta o agregar algunas gotas de aceite de menta a un barreño con agua ligeramente tibia.

Directamente de la cocina

Si tiene la contextura de un camarón cocido, posiblemente esté padeciendo de un ardor considerable. Nada mejor para esas áreas enrojecidas que frotarse rodajas de pepino o de papa cruda. Ambos contienen compuestos que ayudan a reducir la inflamación a la vez que alivian el ardor.

El vinagre contiene ácido acético, uno de los componentes de la aspirina. Este solo compuesto le ayuda a sobrellevar el dolor, el ardor y la inflamación de las quemaduras solares.

Humedezca algunas hojas de papel toalla en vinagre blanco y aplique sobre las áreas enrojecidas hasta que se sequen. Repita tantas veces necesite. Si las quemaduras le pican mucho, prepare una bañera con agua fría, dos tazas de vinagre e intente relajarse.

Y para dormir...

Maicena en polvo


Dormir es lo más difícil después de un día de abuso solar, por eso los expertos recomiendan que utilice maicena en polvo en las sábanas, así le dolerá menos cuando se mueva.

Sábila

¿Y la sábila? Maravillosa para estos casos. Aplique una ligera capa de sábila sobre la piel enrojecida, utilizando una "penca" fresca de la planta, o comprando un gel que sea 100% puro de sábila. 

Polvo de hornear y vinagre

Para casos extremos, prepare una cataplasma con la mezcla de polvo de hornear y vinagre. Aplique capas sobre las zonas más quemadas antes de acostarse y déjelas toda la noche. Igual tenga que botar la sabana después de todo, pero al menos conservará la piel.

Su piel debe rehidratarse profundamente después del mal trato y es bueno que tenga en mente a lo que se arriesga en estas exposiciones prolongadas y desprotegidas frente al sol.

Recuerde que hay mejores actividades para su cuerpo y su espíritu que vegetar al sol este fin de semana. ¡Eso, yo lo recomiendo!

A pesar de todos los operativos preventivos y lo que le dice el sentido común, muchos literalmente se "achicharran" al sol por desconocimiento, por descuido o por exceso de confianza.

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